Inteligencia emocional, Daniel Goleman resumen - Devoradores de Libros

Inteligencia emocional, Daniel Goleman resumen

¿Alguna vez has pensado lo importante que son las emociones durante tu vida? Inteligencia Emocional de Daniel Goleman te enseña que las emociones son el motor que dirige tu comportamiento. Así que si no eres capaz de controlar tus reacciones no podrás manejar el rumbo de tu vida. 

¡Así de sencillo!

Las emociones no solo te controlan en el momento, impacta en cómo se almacena la información en el cerebro. Pero a pesar de que son importantes, rara vez pensamos en ellas o no le damos la importancia debida.

Piensa en un niño pequeño cuando sus padres le dicen que no toque la estufa caliente. El niño no entiende “el porqué” de esta indicación. Para él solo es un aparato en el que preparan comida, así que termina tocando la estufa. 

El niño no va a recordar el momento que sus padres le advirtieron que no lo hiciera, solo recordará el sentimiento de dolor al quemarse. Almacenar el sentimiento de dolor en el cerebro evitará  que la experiencia se repita.

Este es uno de los ejemplos más claros que existen para explicar que las  emociones te ayudan a aprender de las memorias. Así puedes ver lo poderoso que es tu cerebro para almacenar experiencias y grabar emociones de las memorias.

Te reto a que escuches la canción que te dedicó tu ex novio o novia, te aseguro que el sentimiento de nostalgia u odio saldrán cuando apenas empiece el coro de esa canción.

Esto es uno de los miles de ejemplos que te podría dar para que entiendas el poder que tienen las emociones. 

Cuando no entiendes la importancia de las emociones terminas actuando sin pensar sobre la situación, reaccionas de una forma explosiva o bastante emotiva.

Esto se debe a que el lado emocional de tu cerebro recibe información segundos antes que tu lado racional. Por eso sueles reaccionar sin pensar en las consecuencias. 

En este resumen se va a abordar más ideas como esta y la información que Daniel Goleman ha recaudado a través de sus investigaciones.

Parte 1: El cerebro emocional

Las emociones son extraordinarias, que pueden llevar a una persona a dar más de su propio instinto de supervivencia individual. 

Los sociobiológicos afirman que las emociones nos ayudan a afrontar situaciones demasiado difíciles como para ser resueltas solo con el intelecto. Ya que cada emoción nos prepara de un modo diferente a la acción, lo  que nos permite resolver ciertos desafíos.

Todas las emociones son, en esencia impulsos que nos llevan a actuar, reacciones automáticas que nos ha dado la evolución. Si quieres un claro ejemplo de eso, ve cómo actúan los niños o los animales.

Solo en el mundo de los adultos las emociones (impulsos básicos) parecen estar deslindadas de las reacciones. Cada uno desempeña un papel básico en el repertorio emocional, es decir pone al cuerpo en un tipo de respuesta, por ejemplo:

  • El enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos y aumenta el ritmo cardíaco (haciendo que sea más fácil empuñar un arma o golpear a tu enemigo).
  • El miedo hace que la sangre se retira del rostro y fluye a la musculatura (favoreciendo la huida). 
  • La felicidad influye en el aumento en la actividad que se encarga de inhibir los sentimientos negativos (dando entusiasmo y un estado reparador).
  • El amor activa el sistema nervioso parasimpático (ligado a la respuesta de relajación, lo que mejora la convivencia).

Sin embargo, estas tendencias biológicas a la acción son moldeadas por las experiencias que te tocaron vivir. El período evolutivo donde se moldearon estas respuestas fue un tiempo en el que muy pocos niños pasaban la infancia y los adultos apenas llegaban a los 30 años. 

En cualquier momento podías ser atacado por un depredador y  donde tu vida dependía del cambio natural (sequías o las inundaciones). 

Pero con la invención en la agricultura, la vida se fue alargando cada vez más. Haciendo que los peligros fueran disminuyendo a partir de ese momento. 

A pesar de que los desafíos en la antigüedad convirtieron las respuestas emocionales en un eficaz instrumento de supervivencia. Al desaparecer todos estos peligros, el repertorio emocional ha quedado obsoleto. 

Antes un ataque de rabia podía ayudar a un niño a luchar entre la vida y la muerte, hoy un niño puede acceder a las armas y convertir esa rabia en  una reacción muy peligrosa.

Para entender el porqué esto llega a suceder, tienes que entender como se divide el cerebro. 

Todas las personas tienen dos mentes: Una mente que piensa y otra mente que siente, estas dos interactúan para construir la vida mental. 

  • La mente racional: esta suele ser más despierta y más capaz de reflexionar.
  • La mente emocional: es más impulsivo y poderoso.

La mayor parte del tiempo estas dos mentes trabajan juntas para guiarnos a través de las situaciones que se te van presentando. A esto se le llama un equilibrio entre la mente emocional y la racional. 

Pero cuando aparecen las pasiones, este equilibrio se rompe y la mente emocional desborda a la mente racional. Para entenderlo tienes que ver cómo ha evolucionado el cerebro. 

Por varios millones de años el cerebro ha ido evolucionando de abajo hacia arriba, es decir que la parte más primitiva del cerebro es el encefálico que se encuentra en la parte superior de la médula espinal. 

Esta parte es la responsable de cosas tan básicas como la respiración y los movimientos automáticos (se encargaban de la supervivencia del individuo). De este cerebro primitivo partió el cerebro pensante/neocórtex. 

Con la llegada de los primeros mamíferos, aparecieron nuevas membranas del cerebro emocional, las cuales rodean el tallo encefálico el cual se le puso: sistema límbico (que en latin significa anillo).

El cual llegó a añadir un repertorio de emociones al cerebro. 

A lo largo de la evolución, el neocórtex permite un ajuste que tuvo una enorme ventaja en la capacidad para superar las adversidades. La supervivencia de la especie se debe mucho al talento de esta parte para las estrategias y la planificación.

Por ejemplo, tomemos el ejemplo del amor, la estructura límbica genera los sentimientos de placer y deseo sexual, pero la aparición del neocórtex y sus conexiones con el sistema límbico permite crear un vínculo entre la madre y el hijo.

Si ves el caso de los reptiles (que carecen del neocórtex) el afecto materno no existe y los recién nacidos se deben de esconder de su madre para que no los coman.

El neocórtex permite un aumento de la complejidad de la vida emocional, así que puedes encontrar sentimientos sobre los sentimientos.

El secuestro emocional 

Existen algunas veces que las emociones terminan controlando tus acciones, tal fue el caso del que fue catalogado el asesino de las universitarias.

Richard Robles, quien se encontraba en libertad condicional, decidió hacer un último robo para ayudar a su amiga y a su hija de tres años. Pero todo salió mal, ya que al entrar a la casa se dio cuenta de que no estaba solo, sino  que estaban 2 chicas de 23 y 24 años de edad.

Richard al toparse con esa situación no vio más remedio que amenazarla con un cuchillo y amordazarlas. Mientras lo estaba haciendo una de las chicas le dijo que no se salvaría de esto y que la policía iba a dar con el porqué recordaba su cara.

En ese momento Richard empezó a sentir el pánico y perdió el control de sí mismo, agarró una botella y las golpeó hasta dejarlas inconscientes y las apuñaló lleno de rabia con un cuchillo. 

Cuando lo atraparon no paraba de decir que “Estaba loco, mi cabeza solo estalló”.

Este tipo de explosiones emocionales producen una especie de secuestro neuronal y sueltan una reacción antes que el neocórtex sepa lo que está ocurriendo o decidir si es la respuesta correcta.

Estos secuestros pueden ser algo menos drástico que la historia de Richard Roble, puedes estar en la oficina abrumado de malas noticias y estallar a gritos con un compañero de trabajo. 

Piensa cuál fue la última vez que perdiste el control de una situación y hayas explotado contra alguien. 

Pero este tipo de secuestros no tienen que ser negativos, sino que alguien que sufre un ataque de risa también está dominado por una reacción límbica.

¿Pero de dónde sale esto?

El hipocampo y la amígdala fueron dos piezas claves que a través del proceso evolutivo le fueron dando origen al córtex y después al neocortex.  En la actualidad se considera a la amígdala como una estructura ligada a la memoria y el aprendizaje.

El efecto que causa no tener amígdala se pudo ver en el momento que se la quitaron a un joven quirúrgicamente para evitar que sufriera graves ataques. Se dieron cuenta que el joven perdió todo el interés de convivir con las otras personas y que prefería quedarse solo en su casa.   

Aunque era capaz de mantener una conversación, ya no conocía a sus amigos íntimos o a sus parientes. La falta de la amígdala le impedía reconocer los sentimientos. Una vida sin amígdala es una vida sin ningún significado personal. 

El neurocientífico Joseph LeDoux fue el primero en descubrir el gran papel que desempeña la amígdala. En sus investigaciones explica como la amígdala  toma el control cuando el cerebro pensante (neocórtex) ni ha llegado a tomar una decisión.

Una de las funciones de la amígdala es estar atenta a cualquier tipo de amenazas, se convierte en un importante vigía de la vida mental.

La amígdala  puede llegar mantener y activar repetidores de recuerdos o respuestas que se llevan a cabo sin que nos demos cuenta, porque este atajo va del tálamo a la amígdala dejando de lado al neocórtex. Este atajo permite que la amígdala sea una especie de almacén de  recuerdos emocionales de los que no somos conscientes.

Así es como nuestra mente emocional tiene una mente propia, una mente cuyas conclusiones pueden ser muy distintas a la de la mente racional.

Las investigaciones de LeDoux también demostraron que el hipocampo no tiene tanto que ver con la emisión de respuesta como con el hecho de registrar y dar sentido a lo que percibimos. 

La principal acción del hipocampo es darle una memoria del contexto

La memoria del contexto es vital para el significado emocional, así el hipotálamo te ayuda a entender la diferencia entre un oso en tu jardín y un oso en el zoológico. 

“El hipocampo es una estructura vital para reconocer un rostro como el de tu prima, pero es la amígdala que le agrega el clima emocional”.

Uno de los problemas es que este sistema de alarma neuronal que te protege del peligro, suele ser obsoleto. Más aún en este mundo cambiante.

Este sistema rudimentario no se detiene a verificar las cosas sino que suele actuar antes de ver la gravedad de las cosas. Estas reacciones se basan en las respuestas que fueron grabadas en los primeros años de vida. 

En esta etapa se crea una conexión entre el niño con sus cuidadores que forma su aprendizaje emocional. En estas  primeras lecciones el niño todavía es incapaz de hablar, entonces cuando este recuerdo emocional se activa  siendo adulto, no puedan articular la respuesta que deben tomar.

Esto solo es un pequeño resumen de la gran importancia que tiene esta inteligencia, dado esto se puede afirmar que las personas tiene en sí dos cerebros y dos clases de inteligencia:

  • La inteligencia racional 
  • La inteligencia emocional 

La forma en la que vives se determina por estas dos, por eso no solo debes enfocarte en el CI (Coeficiente Intelectual), sino que debes considerar la inteligencia emocional.

Parte 2: La naturaleza de la inteligencia emocional 

Ser  inteligente intelectualmente, no significa que tu inteligencia emocional también sea alta. De hecho, hasta la persona más inteligente, si no está consciente de su inteligencia emocional puede llegar a cometer los actos más tontos. 

Aunque se piensa que la inteligencia intelectual es lo más importante, existen varias investigaciones que demuestran que el CI no basta para explicar los destinos de las personas.

“El CI parece aportar tan solo un 20% de los factores determinantes del éxito, el 80% depende de otros factores”.

Pero aunque un elevado CI no sea una garantía de prosperidad, prestigio o felicidad, las escuelas y la cultura siguen insistiendo en desarrollar habilidades académicas. Se olvidan que el conjunto emocional es tan decisivo para el destino personal. 

La vida emocional es un ámbito que puede dominarse con mayor o menor habilidad,  ya que se pueden ver como la actividad de la lectura. Así como puede haber personas que practiquen para ser grandes lectores, mientras que otros no tanto. Hay grandes diferencias entre las personas que pueden controlar sus emociones y las que no: 

  • Las personas que gobiernan sus emociones, disfrutan de situaciones ventajosas en todos los aspectos de su vida desde el noviazgo y las relaciones con las otras personas. Suelen sentirse más satisfechas y son  capaces de manejar sus hábitos. 
  • Por el contrario, quienes no pueden dominar su vida emocional terminan en luchas internas que les quitan su capacidad de trabajo y les impiden pensar con claridad.

Howard Gardner dentro de su libro Frames of Mind afirma que no solo existe un único tipo inteligencia, sino que existe un amplio abanico de no menos de siete distintas inteligencias, entre ellas:

  • La capacidad verbal 
  • La aptitud lógico-matemática
  • La inteligencia interpersonal
  • La inteligencia intrapsíquica

Gardner y sus colegas ampliaron la lista de estas inteligencias hasta llegar a 20 clases diferentes de inteligencias. Por ejemplo la inteligencia interpersonal, fue subdividida en 4 habilidades distintas:

  •  El liderazgo 
  • La capacidad de establecer relaciones y mantener las amistades
  • La capacidad de solucionar conflictos 
  • Habilidad para el análisis social

A lo largo del tiempo el concepto de inteligencias múltiples de Gardner ha seguido evolucionando y a lo 10 años de la publicación de su primera teoría ha dado una breve definición de las inteligencias personales: 

  • La inteligencia interpersonal: es la capacidad de comprender a los demás, lo que los motiva y cómo cooperar con ellos.
  • La inteligencia intrapersonal: es una habilidad que va hacia adentro que nos permite tener una imagen exacta y verdadera de tu persona.

Esto muestra lo necesario que es que las personas empiecen a aprender con base a  las inteligencias personales, ya que en ellas se basa todo su comportamiento.

¿Las emociones pueden ser inteligentes?

Para tener una idea de los elementos fundamentales para esa educación, tienes que ver el camino de otros académicos, en este caso Peter Salovey. Quien ha fijado el modo de aplicar más inteligencia a nuestras emociones.

La definición de Salovey  incluye a las inteligencias personales de Gardner y las organiza hasta llegar a 5 competencias principales:

  • El conocimiento de las propias emociones: Capacidad de reconocer un sentimiento en el momento en el que aparece.
  • La capacidad de controlar las emociones.
  • La capacidad de motivarse a uno mismo.
  • El reconocimiento de las emociones ajenas: La empatía.
  • El control de las relaciones.

A diferencia de lo que ocurre con los test de CI, no existe (ni jamás va a existir) un solo test de papel y lápiz capaz de determinar el grado de inteligencia emocional de una persona. 

Solo se puede valorar poniendo a prueba la habilidad real de la persona para llevar a cabo una tarea específica.

Conócete a ti mismo 

Tal vez pienses que a primera vista los sentimientos son algo evidentes, pero si al  analizarlos, verás que en muchas ocasiones no te das cuenta o tardas en darte cuenta lo que sientes sobre algo.

Aunque a esta situación se le conoce por  varios términos, Daniel Goleman prefiere llamarla conciencia de uno mismo. Esta cualidad en la atención permite todos los sentimientos, pero de manera imparcial y no reactiva.

Esta conciencia  en uno mismo no se deja arrastrar por las emociones, ni por las reacciones rápidas, sino todo lo contrario. Es una actividad neutra que mantiene la atención en uno mismo a pesar de todo lo que ocurra a su alrededor.

Es una habilidad emocional que se convierte en el cimiento de las demás habilidades emocionales. En una parte del test de desarrollo de Suzanne Miller  mostró cómo las respuestas ante las situaciones refleja la atención ante el estrés. 

Hay veces que  amplifican  de forma inconsciente la magnitud de sus reacciones, mientras que otros disminuyen su respuesta emocional. Para saber entre cuál de los dos espectros estás analiza la siguiente situación:

Estás en un vuelo bastante tranquilo, hasta que el piloto les informa que van a pasar por una zona de turbulencias, que por favor se abrochen los cinturones. En unos instantes el avión se empieza a mover de arriba abajo, de izquierda a derecha.

¿Qué harías?

Seguirías viendo la película o el libro con el que estás en ese momento  o buscarías rápidamente el manual de emergencias y buscarías el rostro de las azafatas para ver si sienten pánico.

Las personas que atienden a los detalles, suelen hacer más intenso todo y cada emoción parece más intensa. En cambio, las personas que se suelen desconectar y se distraen minimizan esta respuesta.

Con este ejemplo podemos ver que ante situaciones extremas la conciencia emocional puede  ser abrumadora, mientras que en otras suele ser casi inexistente.

Los sentimientos tienen un papel muy importante para navegar a través de la vida. Sin embargo, así como los sentimientos muy intensos pueden crear problemas, la falta de conciencia de los sentimientos puede ser casi igual que desastrosa.

Existen muchas situaciones donde la decisión no se puede tomar con la razón, por ejemplo con quien casarte, cambiarte de trabajo a uno que te pueda hacer más feliz, la carrera que vas a estudiar.

Para tomar estas decisiones se necesita la lucha de las emociones de todas las experiencias pasadas.

Esclavos de la pasión 

El dominio de uno mismo es la capacidad de afrontar los contratiempos emocionales. Pero el objetivo de la templanza no es la represión de las emociones sino su equilibrio, ya que cada sentimiento es válido, tiene su propio valor y significado.

Intentar callar esas emociones crea el embotellamiento y la apatía, mientras que  su expresión sin control puede terminar en situaciones extremas como ocurre en los casos de depresión, ansiedad aguda o cólera exagerada. 

Ten en cuenta que la vida está llena de altos y bajos por lo que debes aprender a mantener un equilibrio. Dominar las emociones requiere una dedicación y por eso la mayor parte de las personas solo pueden tratar de controlar el estado de ánimo que lo apodera.

Por ejemplo cosas como escuchar música, leer un libro o ver una serie son solo intentos de sentirte mejor. El arte de calmarse a sí mismo es una de las habilidades fundamentales de los recursos psicológicos.

La anatomía del enfado 

Como afirma Diane Tice, psicóloga de la Case Western Reserve University, el enfado parece ser el estado de ánimo más persistente y más difícil de controlar. 

En realidad el enfado es la más seductora de las emociones negativas por el monólogo interno que te entrega argumentos para justificar el hecho de poder descargarlo sobre alguien más.

La cadena de pensamientos hostiles que alimenta al enfado da una posible clave para tratar de calmarlo. 

En primer lugar, debes tratar de debilitar los pensamientos que alimentan el enfado. Cuantas más vueltas le des a los motivos de tu enojo más “buenas razones” o justificaciones le encontrarás para seguir enfadado.

Uno de los remedios para acabar con el enfado es ver una situación en un marco más positivo. 

Dolf Zillman también menciona que el enfado se basa sobre el enfado y que durante ese proceso cualquier pensamientos que tengas provoca cada vez una irritación más intensa que como empezaste.

En ese momento la ira le gana a la razón y la persona se siente incapaz de razonar, todos sus pensamientos giran en torno a la venganza y al castigo. 

Esto hace que seas incapaz de considerar las consecuencias que te podría traer tus acciones.

 Viendo la anatomía del enfado Zillmann considera que existen dos posibilidades para frenar este proceso:

  1. El primer modo de restar fuerza al enfado es poner tu atención en los pensamientos que desencadenan esta primera descarga de enojo.
  2. La segunda opción solo es posible en casos de enfado moderado, se trata de apalancar la excitación fisiológica ligada a la descarga de adrenalina en un entorno que no haya peligro de que haya más situaciones irritantes. 

Esto se refiere a que si estás dentro de una discusión con la otra persona, la persona que recibe este enojo se debe de alejar de la persona que es causante del enojo.

Zillmann resalta que las distracciones son un recurso eficaz para modificar el estado de ánimo. Para ello puedes usar los distintos consejos:

  • Retirarse y quedarse sola mientras que llega el proceso de enfriamiento.
  • Da una larga caminata.
  • Ver la televisión.
  • Ir al cine 
  • Leer o actividades similares

Estas tres últimas son bastante eficaces para frenar la cadena de pensamientos negativos que alimentan al enfado.

Control de la tristeza

Al igual que ocurre con los otros estados de ánimo la tristeza tiene facetas positivas. Por ejemplo la tristeza de una pérdida tiene como consecuencia:

  • Disminución del interés por los placeres y la diversión.
  • Fija tu atención en lo que has perdido.
  • Impone una pausa momentánea que nos permite renovar la energía

La tristeza nos da una especie de refugio  y duelo para asimilar la pérdida y seguir adelante. Pero aunque esta emoción nos sea útil, la depresión no lo es.

Pero a diferencia de la forma de tratar el enojo, la táctica que Tide recomienda combatir la depresión por medio de las actividades sociales. 

Cualquier actividad que te permita relacionarte como es: 

  • Ir a comer
  • Compartir algún tipo de actividad con tus amigos o familia.

Este tipo de actividades son bastante efectivas para que quede claro que el objetivo es que la mente se olvide de su tristeza. Otro consejo es establecer un programa de actividades agradables que procure alguna clase distracción.

El psicólogo Richard Wenzlaff opina que las personas deprimidas deben hacer un esfuerzo extra para poner atención a algo que los pueda animar y no elegir aquello que los hunda de nuevo, como son películas o novelas muy tristes.

Otro  de los antídotos más eficaces contra la depresión, el cual no se suele utilizar tanto fuera de terapia, es la reestructuración cognitiva lo que viene siendo intentar ver las cosas con un lente distinto.

Otro elevador del estado de ánimo es ayudar a quienes nos necesitan, ya que la depresión se alimenta de obsesiones y preocupaciones que giran a uno mismo.

Las raíces de la empatía

El investigador de la empatía Martin Hoffman sostiene que la empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro.

Es la empatía hacia las posibles víctimas la que te permite compartir la angustia de quienes sufren, están en peligro o desvalidos. Estos sentimientos son lo que te impulsan a ayudar.

Según Hoffman la empatía se desarrolla desde la infancia en una edad temprana, después del primer año los niños empiezan a tomar conciencia de que son seres separados de los demás.

A los 2 años empiezan a entender que los sentimientos de los demás son distintos a los propios y se empiezan a hacer más sensibles a las pistas. En la última fase de la infancia es donde aparece un nivel más avanzado de empatía y es cuando empiezan a preocuparse por los colectivos, los marginados, los pobres, los oprimidos, etc…

Pero por desgracia las personas que cometen delitos más graves son los que carecen de empatía. Los violadores, los pederastas y los que maltratan son incapaces de experimentar la empatía y el sufrimiento de los demás.

Esta  falta de conciencia les permite creerse mentiras que les dan el valor para cometer sus delitos.

En el caso de los violadores estas mentiras tal vez adopten pensamientos como: “A todas las mujeres les gustaría ser violadas”. Una persona que abusa de forma sexual a un niño quizá diga algo como “yo no quiero hacerle daño, solo estoy demostrando mi cariño”.

La falta de empatía que muestran estas personas, cuando agreden a sus víctimas suele formar parte de un ciclo emocional que termina precipitando su crueldad. Por ejemplo, la secuencia emocional, puede ser:

  • La persona comienza a sentirse alterada, ya sea inquieta, deprimida o aislada.
  •  Es entonces que busca consuelo en su fantasía favorita, que suele ser la afectuosa amistad con un niño, que termina en una forma de autosatisfacción.
  • Aunque tal vez el agresor tenga un alivio momentáneo, pero es breve.
  • Pero la soledad retorna y empieza a pensar en la posibilidad de llevar esta práctica.
  • Se empieza a justificar sus acciones con pensamientos como “si el niño no sufre violencia física no le estoy haciendo ningún mal”.
  • El agresor ve al niño a través de la lente de sus fantasías, sino el más mínimo de empatía por los sentimientos de los sentimientos de la otra persona.

La explicación de la frialdad del psicópata parece ser parte de su incapacidad para establecer una conexión emocional profunda.

Pero el exceso de empatía podría ser igual de contraproducente, en ciertos aspectos de la vida una falta de empatía puede ser una “virtud” desde el policía malo en los interrogatorios como el soldado entrenado para matar.

En esa situación las personas aprenden a disociarse de los sentimientos de sus víctimas para realizar un mejor “trabajo”.

Parte 3: Inteligencia emocional aplicada 

Enemigos íntimos 

Sigmund Freud mencionó que la capacidad de amar y de trabajar son indicadores que señalan el logro de la plena madurez. 

Pero de ser cierta esta afirmación, el bajo porcentaje de matrimonios y el alto porcentaje de divorcios, volverían a la madurez en una etapa de la vida en peligro de extinción.

Para entender esto se tiene que ver la probabilidad de divorcio a través de los años:

  • El año 1890 tenían el 10% de probabilidad de divorcio.
  • En 1920 era el 18%.
  • En 1950 era de 30%.
  • Para el año 1970 tenían el 50%.
  • Mientras que el porcentaje de las personas que se casaban en 1990 tenían un 67%. 

Se podría decir que este gran aumento no se debe tanto al declive de la inteligencia emocional, sino al desgaste de las presiones sociales que mantenían unidas a las parejas.

Pero al eliminar estas presiones que mantiene unidas un matrimonio, este tipo de relación solo se podía basar de una relación emocional estable entre los cónyuges.

Sin embargo, una gran parte del fracaso de las relaciones se basa en las diferencias que existen entre los mundos emocionales de los hombres y las mujeres. Estas dos realidades se encuentran dentro de la misma relación de pareja.

Esto se debe a razones biológicas y la infancia en donde crecen las niñas como los niños.

Durante el periodo de infancia las lecciones emocionales que le daban a los niños y las niñas eran muy distintas entre sí. Los padres hablan más de emociones con sus hijas que con sus hijos (es por eso que las niñas tienen más información sobre el mundo emocional).

A si mismo los padres cuando juegan con sus hijos, suelen mostrar un abanico de emociones más amplio al estar con las niñas que lo que muestran con los niños.

Esta diferencia en la educación emocional termina creando aptitudes muy distintas:

  • Las chicas se enfocan en indicadores emocionales, expresar y en comunicar sus sentimientos. 
  • Mientras que los chicos se enfocan en minimizar las emociones que se refieren a la vulnerabilidad, culpa, miedo y dolor. 

De tal forma los psicólogos afirman que las mujeres son más emocionales que los hombres. Con esto se puede deducir que las mujeres suelen llegar al matrimonio con un mayor dominio de sus emociones mientras que los hombres lo hacen con una escasa idea de lo que esto significa para la estabilidad de la relación.

Varios estudios dirigidos por el psicólogo John Gottman en donde se  han visto los altos y los bajos de cientos de parejas. Han llegado a la conclusión que las críticas destructivas son una señal de alarma de que el matrimonio se encuentra en peligro. 

En un matrimonio emocionalmente sano las dos partes se sienten libres de formular sus quejas, sin embargo, es posible que dentro de él ruido del momento estas quejas se formen de un modo destructivo.

Por ejemplo, piensa que un esposo llega tarde a un compromiso por un problema que tuvo y se disculpa con su esposa por el retraso. La esposa le contesta de forma sarcástica “ya tendremos ocasión de discutir tu capacidad de echar a perder todos los planes, eres un egoísta y un desconsiderado”.

Estas no son una simple queja, sino que es un ataque contra la personalidad de la otra persona. En esta situación la esposa termina por usar calificativos como “egoísta y desconsiderado”.

Esto termina siendo más un ataque hacia la otra persona y no contra el hecho. 

Viendo este enfoque es muy evidente ver la diferencia entre una queja y una crítica personal:

  • En la queja la persona menciona las cosas que molestan y es una crítica hacia la acción, no a la persona, expresando cómo es que se siente.
  • En cambio, la crítica personal es que la demanda es en sí una forma de atacar a la otra persona, tal y como lo vimos en el ejemplo.

Este tipo de críticas deja a la otra persona avergonzada, humillada y es probable que termine con una posición a la defensiva en donde no puedan encontrar la forma de mejorar la situación. 

En el libro Inteligencia Emocional aborda más información sobre cómo estas diferencias afectan en las relaciones.

Consejos para el matrimonio 

¿Qué es lo que pueden hacer los hombres y las mujeres para salvar el amor y el afecto mutuo?

Si bien ya vimos que las mujeres y los hombres tienen distintas formas de relacionarse con los sentimientos, hay ciertas recomendaciones que los consejeros matrimoniales entregan:

Hablando en términos tanto el hombre como la mujer, necesitan remedios emocionales diferentes.

A los hombres se les recomienda:

  • Que no traten de evitar los conflictos, sino que entendieran que las llamadas de atención de sus parejas pueden estar motivadas por el amor y el intento de mantener la salud de la relación. 
  • Deben de comprender que el enfado y el descontento no son sinónimos de ataque personal, sino de indicadores de la intensidad emocional que la otra persona vive en la relación.
  • No entregues soluciones apresuradas, sino que has que la otra persona sienta que es escuchada 

Estos son los consejos para las mujeres:

  • Deben de hacer el esfuerzo de cerciorarse de que la queja no sea un ataque personal.
  • Recuerda que una cosa es una queja y otra muy diferente es la crítica personal.
  • También suele servir que la esposa trate de formular sus quejas de una forma más amplia y sin dejar de expresar el amor que siente hacia la otra persona.

Una estrategia que puede ayudar a mejorar el matrimonio es tratar de cultivar juntos la inteligencia emocional.

Existe un abanico de competencias emocionales, que facilita a  que la pareja sea capaz de resolver de manera eficaz sus desacuerdos:

  • La capacidad de tranquilizarse a uno mismo: Es imposible dar con una solución adecuada cuando se encuentra en un secuestro emocional. Por esa razón es vital que ambos miembros aprendan a calmar sus sentimientos 
  • La empatía: La empatía es el modo más eficaz de escuchar sin adoptar una actitud defensiva. 
  • El saber escuchar: Saber escuchar forma parte de una habilidad que ayuda a mantener unida a la pareja.

Pero para cultivar estos hábitos emocionales se necesita trabajar con mucha atención y perseverancia.

Parte 4: Una puerta abierta a la oportunidad 

A diferencia del neocórtex, la amígdala está casi completamente formada al nacer. Es por eso que los bebés comienzan a acumular recuerdos emocionales y a formar un criterio emocional antes de que tengan un lenguaje/lógica para dar un sentido a esas experiencias.

Estos patrones que se forman desde la infancia se van reforzando a medida que pasa el tiempo, lo que los vuelve algo difíciles de cambiar (pero no imposibles).

Te recomiendo leer: El poder de los hábitos

La vida familiar es la primera escuela para el aprendizaje emocional. Es ahí donde se aprende a pensar en los sentimientos, en la respuesta y en expresar tanto nuestras esperanzas y miedos.

El aprendizaje emocional no solo viene a través de lo que los padres dicen o hacen a sus hijos, también vienen de los modelos que les ofrecen para manejar sus emociones. 

Puede haber padres que sean unos grandes maestros y otros que fallen en esta tarea. Lo importante es que vean lo vital que es el comportamiento en la que la vida emocional de los hijos.

Un equipo de investigación de la Universidad de Washington realizó un análisis de la interacción de los padres con los hijos. Descubrieron que las parejas emocionalmente más maduras también eran las más competentes en ayudar a hacer frente a los altibajos emocionales.

También este estudio les señalo los 3 estilos de crianza emocionalmente incorrectos:

  • Los que ignoran los sentimientos de sus hijos: consideran que los problemas emocionales  de los hijos son algo trivial y molesto. 
  • El estilo Laisse-faire: se dan cuenta de los sentimientos de sus hijos , pero consideran que cualquier forma para manejarlo es el correcto (inclusive la violencia física).
  • Menospreciar y no respetar los sentimientos del niño: suelen ser muy duros tanto con sus críticas o sus castigos.

Para que los padres puedan volverse buenos mentores deben tener al menos una mínima idea de los principios de la inteligencia emocional. Ya que recuerda que el aprendizaje de la empatía comienza en las etapas tempranas de la infancia. Por lo que requiere que los padres presten atención a todos estos sentimientos del bebe.

De esta forma los padres emocionalmente hábiles pueden hacer mucho para que sus hijos asimilen los elementos básicos de la inteligencia emocional.  Se ha demostrado que los hijos de estos tipos de padres se relacionan mejor, experimentan menos tensión con sus padres y son más afectivos con ellos.

Así que el aprendizaje de las habilidades emocionales vienen desde la cuna y los padres tienen que entender que las acciones que tomen crean un gran impacto en la  confianza, curiosidad y el conocimiento de los límites de los niños.

Trauma y reeducación emocional 

Los recuerdos horribles, ya sea como un tiroteo en la escuela, se guardan en la memoria. Al igual que les sucede a los veteranos de guerra, los niños pueden sufrir trastornos de estrés postraumático (TEPT).

En la opinión de los neurocientíficos los momentos aterradores que vive una persona se convierten en recuerdos que se graban en los circuitos neuronales de la persona.

Así las cosas más pequeñas pueden desencadenar recuerdos de violencia, ya sea el sonido de una sirena, olor a humo o ruidos repentinos. Esto sucede ya que la amígdala induce los recuerdos del evento traumático para que interrumpa en la conciencia.

A diferencia de sobrevivir un desastre natural, sobrevivir un ataque deja un residuo de miedo y desconfianza que hace que la víctima esté en estado de alerta por otro ataque.

Los niños que llegan a sufrir algún tipo de abuso, ya sea un abuso verbal leve, desarrollan la misma hipersensibilidad a las amenazas que alguien que sufre (TEPT).

La buena noticia es que aun los traumas emocionales más profundos pueden ser curados.   

En una circunstancia normal el miedo condicionado suele disminuir con el paso del tiempo, este hecho se debe al proceso de reaprendizaje natural cuando la persona se vuelve a enfrentar al objetivo que teme (en situaciones seguras).

Por ejemplo, una niña que fue mordida por un perro, poco a poco le irá perdiendo el miedo cuando tenga la oportunidad de jugar con este tipo de perros.

Pero en el caso de TEPT este tipo de re-aprendizaje natural no tiene lugar. Ya que los cambios cerebrales que provoca el TEPT son tan poderosos que cualquier señal de la situación original puede resultar en un secuestro emocional.

Un estudio de TEPT realizado a los sobrevivientes del holocausto demostró que el 75% de ellos 50 años después seguían manteniendo síntomas muy intensos del TEPT. Lo alentador de esta investigación se encuentra en el 25% que habían logrado superar este tipo de síntomas.

Una de las formas de la curación emocional (al menos en los niños) es mediante juegos como el Purdy. La repetición le permite a los niños revivir traumas sin peligro y abre posibles vías de curación.

Otro ejemplo era que las niñas que habían sido secuestradas, simulaban secuestros simbólicos cuando jugaban con sus muñecas.

La doctora Lenore Terr menciona que si el trauma se trata de algo demasiado grave, el niño tendrá que reproducir la situación traumática una y otra vez hasta que pueda liberarse de él. 

La psicóloga Judith Lewis ha desarrollado un proceso innovador para tratar a personas que han sufrido traumas. En este proceso pasas por tres diferentes fases:

  • Primer lugar: el paciente tiene que recuperar cierta sensación de seguridad.
  • Después debe recordar detalles del trauma.
  • Por último debe atravesar por el duelo por lo que pueda havber perdido.

Solo de esta manera podrá restablecer su vida normal. 

Parte 5: La alfabetización emocional 

Khalil Sumpter un niño de 15 años del Instituto Jefferson, harto y temeroso de que sus compañeros Ian Moore y Tyron Sinkler le fueran a dar una golpiza agarró una pistola calibre 38 y les disparó a quema ropa. 

Este incidente refleja un signo más de lo urgente que es aprender a controlar nuestras emociones y ver la manera de solucionar las cosas de una manera más pacífica. Sin embargo, tal y como lo dijo un profesor de Brooklyn, “parece como si nos interesará mucho más su rendimiento escolar que si seguirán con vida la próxima semana”.

Por desgracia estas situaciones se han vuelto cada vez más frecuentes en las escuelas.

 No solo eso, sino que el número de arrestos juveniles por violación se dupllico  y el número de adolescentes acusados de homicidios por armas de fuego se ha multiplicado por 4. 

También cada vez son más las adolescentes que se quedan embarazadas entre los 10 – 14 años, un fenómeno que le llaman “Las niñas que tienen niñas”. Así mismo los síntomas de depresión afectan a más de la tercera parte de la juventud.

Estos problemas son parte de un indicador de cambios que afecta de manera negativa la competencia emocional de las personas. Este malestar emocional parece que es el precio que tienen que pagar por la vida moderna.

La familia, la fuente del aprendizaje emocional, está fracturada y estresada económicamente, por lo que los dos padres tienen que trabajar. Debido a esto dejan que los niños aprendan de extraños cómo manejar sus emociones.

¿Qué podemos hacer si la familia ya no cumple de forma correcta su función de preparar a los hijos para la vida?

Las investigaciones que han seguido a los niños desde el preescolar hasta la pubertad, han demostrado que más de la mitad de los alumnos que durante su primer año se mostraban destructivos, incapaces de mantener una buena relación con los demás, comenzaron a delinquir a partir de los 10 años de edad.

Aunque no se está diciendo que todos los niños agresivos están condenados a caer en la delincuencia o en la violencia, pero son los que tienen más posibilidades de ser.

Existen varios programas experimentales para conseguir que los niños agresivos aprendan a dominar sus tendencias antisociales antes de que se vuelvan en problemas más serios. Uno de estos programas fue diseñado en la Universidad de Duke en donde trabajaban con niños agresivos.

Estos programas les enseñaban a los niños que las señas que ellos perciben como hostiles eran en realidad neutrales, incluso amistosas. También los hacían ver la perspectiva de los otros niños para entender cómo pensaban de ellos en los momentos de descontrol.

También los adiestran en el dominio del enfado. Al prestar atención a sus propias emociones, mientras toman conciencia.  El psicólogo de la Universidad de Duke, John Lochman hizo un estudio comparativo y se dio cuenta de que los chicos que se habían sometido al programa se mostraban mucho más disciplinados en clase y menos predispuestos  a beber y a drogarse. 

Esto demostró que mientras más era el tiempo de adiestramiento, menor era el grado de agresividad que mostraban en la adolescencia.

El precio de la modernidad

El siglo XX se ha caracterizado por ser la Era de la Ansiedad, todos los datos parecían mostrar una epidemia de depresión a una escala mundial. Pero esto no solo lo presentaban las personas de una edad avanzada, sino que cada vez se hace más presente en individuos más jóvenes.

Según el doctor Frederick Goodwin durante mucho tiempo el núcleo familiar ha experimentado un tremendo quiebre, ya sea por divorcios o porque  los padres les dedican menos tiempo a sus hijos. 

Cada vez se hace más difícil poder crear lazos estrechos con toda miembro de la familia. Daniel Goleman opina que esta pérdida es una de las principales causas de que la depresión haya aumentado.

Pero sea cual fuese su causa la depresión infantil y juvenil resulta un problema.

La forma de acabar con la depresión 

Existe algún tipo de esperanza de que es posible enseñarles a los niños la forma de enfrentar los problemas y evitar llegar a una depresión infantil.

Según un estudio del instituto de Oregón 1 de cada 4 estudiantes mostraba una depresión moderada.

En las opiniones del psicólogo Martin Seligman, creador de uno de estos programas, el hecho de hacerle frente a los pensamientos depresivos empieza a desaparecer la neblina del estado de ánimo negativo. 

Las sesiones que llevaban a cabo estos psicólogos redujeron a la mitad la frecuencia de las depresiones después de dos años de concluir el programa.

El  aprendizaje de las habilidades emocionales resulta útil en plena adolescencia, ya que los chicos están más preparados para afrontar la ansiedad que experimenta un adolescente.

Dentro del libro Daniel Goleman también profundiza en los problemas de alimentación, el uso de alcohol y drogas que consumen los adolescentes como un medio de automedicación. 

Todo esto con el fin de perder el conocimiento y calmar su ansiedad o la insatisfacción que les atormenta. 

Poder enseñarles a las personas las habilidades emocionales más básicas forman parte de un elemento fundamental  dentro de los programas contra estas sustancias.

Conclusión:

Saber la importancia detrás de la inteligencia emocional, te permite mantener una vida balanceada, sana y feliz. Cuando una persona empieza a prestar atención a esta parte tan importante de su vida es cuando todo lo demás se suele acomodar para bien. 

Así  que ahora que conoces los beneficios y cómo mejorar tu inteligencia emocional te invitamos a leer el resumen de Inteligencia Emocional 2.0 para conocer algunas estrategias para mejorar tu CE.

Sobre el autor: 

Daniel Goleman es un psicólogo, periodista y escritor estadounidense. Mundialmente reconocido por su enfoque hacia la inteligencia emocional (IE).

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