Los Cuatro acuerdos de Miguel Ruiz. Este libro es una pequeña guía que te va a ayudar a soltar las creencias negativas que fueron programadas en tu vida y no te permiten disfrutar o vivir tus ideales. Aunque te cueste aceptarlo, fuiste programado con base a reglas y creencias que hoy en día controlan la forma en la que piensas, sientes y actúas.
Este libro le puede servir a:
- Las personas que quieren educar a sus hijos de una forma libre.
- Cualquier persona que quiera tomar el control de su vida.
- Personas que sienten su vida como una farsa.
Miguel Ruiz se basó en la sabiduría tolteca para crear este libro. (Los toltecas eran una sociedad antigua de artistas y científicos que exploraron y salvaron el conocimiento espiritual de sus ancestros, ubicados en el centro de México). Esta sociedad tenía un sistema de creencias de cómo trabaja el mundo y las personas que lo habitan. En este libro vas a conocer los conceptos e ideas que usaban los toltecas para librarse de estas reglas para disfrutar una vida plena haciendo las paces con ellos mismos.
Compra libro aquí
El sistema de creencias
El sistema de creencias es muy poderoso. Desde que naces las personas te moldean con base a lo que ellos creen que es correcto y lo que no. Sin darte cuenta al crecer tu vida o felicidad gira con base a estas creencias, por lo que terminas viviendo una vida que no elegiste, sino que te programaron.
Te recomiendo leer: Game changer resumen completo
Pero ¿Cómo pasa esto?
De niño no tuviste oportunidad de elegir tus creencias, estuviste de acuerdo con la información de otras personas. Y aunque no estuvieras de acuerdo con ellas, no tenías tanta fuerza como para rebelarte. Este proceso Miguel Ruiz lo llama la domesticación de los seres humanos.
Miguel Ruiz dice que, en la domesticación de los seres humanos los niños están en constante aprendizaje, los padres les enseñan cosas básicas como caminar o hablar. En la escuela o en la televisión aprenden cómo se deben comportar y hasta lo que significa ser feliz.
Cada actitud es reforzada por castigos y recompensas, si te portas bien te premian y si no, te castigan.
Gracias al miedo de ser castigado o no recibir la recompensa poco a poco empiezas a fingir algo que no eres par complacer a los demás.
Esta domesticación es tan poderosa que llega un momento en donde ya no necesitas que alguien te diga lo que está bien o mal porque te conviertes en tu propio domador.
Aunque ya eres capaz de decidir, terminas midiendo tus acciones o tu vida con base al sistema de creencias que te enseñaron años atrás.
Te conviertes en el juez de tu vida, y usas estas creencias como leyes absolutas que debes seguir.
Miguel Ruiz dice que muchas veces el 95 % de las creencias que has guardado en tu mente no son más que mentiras.
Es por eso que muchos ven normal temas como el sufrimiento, vivir con miedo y el tener dramas emocionales. En pocas palabras, una pesadilla.
Cada vez que miras la sociedad en la que estas, compruebas que es un lugar complicado porque está gobernado por el miedo.
Sin embargo, no es necesario que tu sueño sea una pesadilla, porque puedes disfrutar una vida agradable. El problema es que pasas la vida buscando belleza, justicia o felicidad. Hasta el punto en el que olvidas que todo está dentro de ti, solo que tus creencias actuales no te permiten ver lo que tienes enfrente.
Todo lo que entiendes sobre ti y el mundo…
Tu mente es un sueño donde miles de personas hablan a la vez y ninguna se entiende. Lo que sabes sobre ti y el mundo, hace que tu mente se convierte en una gran bruma, a esto los toltecas le llaman mitote.
Esta es la razón por la cual te es imposible ver quien eres en realidad. Al tratar de ser bueno para otras personas, creas una imagen de perfección en donde terminas sin encajar.
Como no consigues ser “perfecto” dentro de estas creencias terminan rechazando lo que en verdad eres. Terminas pensando que no eres lo bastante bueno porque no encajas en tu propia imagen de perfección.
Entonces intentas ser algo que no eres usando máscaras para evitar que los demás se den cuenta. Vives con el miedo que alguien descubra que no eres lo que aparentas ser. Hasta el grado de negar tu persona solo para complacer a los demás.
Ciclo del reclamo
Los humanos tienden a castigarse sin parar por no ser como creen que deberían ser. Nadie te ha maltratado más en toda tu vida que tú mismo.
Cuando cometes un error, caes en un ciclo de reclamo que parece nunca acabar. Aun si ese problema fue en el trabajo, cuando llegas a tu casa sigues dando vueltas al asunto y autocastigandote.
Terminas creyendo que no eres lo bastante bueno, inteligente o que no eres digno de lo que tienes.
Esta imagen de perfección es el motivo por el cual no puedes aceptar a tu persona o a los demás tal y como son.
Para esto debes hacer una revisión de todos los acuerdos. Pero en especial los acuerdos que has hecho contigo mismo, los que te dicen lo que sientes, crees y cómo te tienes que comportar. Estos son los más importantes.
Si lo que buscas es una vida de felicidad y alegría debes tener la valentía que se necesita para romper con los acuerdos que se apoyan en el miedo.
Los cuatro acuerdos
Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz te dará el poder personal necesario para cambiar tu antiguo sistema de creencias.
Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras
Este acuerdo es uno de los más valiosos y complicados. Se trata de manejar de forma correcta tus palabras.
Aunque suene simple, muchas veces solemos decir cosas sin pensar y herir (aunque esa no sea nuestra intención). ¡Las palabras son tan poderosas!, y el modo en que las uses te puede liberar o encarcelar. Es decir, tus palabras o pensamientos tienen tanto poder que puede cambiar una vida o destruirla.
Te recomiendo leer: Piensa antes de hablar
Un ejemplo de este poder, fue lo que sucedió hace unos años en Alemania, donde un hombre manipulo a través de sus palabras a un país entero de gente muy inteligente.
Con sus palabras convenció a las personas a cometer actos atroces de violencia. El activo, el miedo de la gente y de pronto el mundo estallo en una guerra.
Las palabras de Hitler se basaban en creencias y acuerdos creados desde el miedo, que llevaron al mundo a un punto que nunca se olvidará.
Tu mente es como un campo donde cada palabra, idea y opinión es una semilla de donde saldrá una planta.
Debes considerar sembrar semillas de amor y no de odio, ya que eso es lo que tendrás en tu vida.
“Tus palabras son capaces de construir o destruir”
Cada palabra tiene la capacidad de entrar a la mente y cambiar para bien o para mal todas las creencias.
Ser impecable con tus palabras es usar tu energía de la forma correcta y no ir en contra de ti. Cuando logras ser impecable puedes asumir la responsabilidad de tus actos sin culparte.
Por ejemplo, si crees que ofender a alguien no es ir en contra de ti, piénsalo dos veces. Lo que resulta de ese ataque es que la otra persona te odie y ese odio no es bueno para ti.
Piensa en una madre cansada después de un día de trabajo y quiere llegar a casa y disfrutar de un tiempo de silencio. Pero cuando llega encuentra a su hija cantando a todo volumen. Este comportamiento hace que el dolor de cabeza aumente y le grita a su hija “Ya silencio, ¡Tienes una voz horrible!”.
En ese momento a la madre no le importa si su hija tiene una voz fea o bonita, lo único que quiere es un poco de silencio.
Al escuchar estas palabras, la hija decide crear un acuerdo con ella misma y no volver a cantar, porque cree en las palabras de su madre y que molestará a cualquier persona que la escuche.
Si puedes entender y aplicar este primer acuerdo verás la cantidad de cambios que tendrá tu vida. Estos beneficios los podrás ver en la forma en la que tratas a los demás y hasta a ti mismo.
Al ver el poder que tiene el primer acuerdo, te debes enfocar a decir y pensar cosas positivas, ya que así puedes llenar tu jardín de experiencias y emociones que le den un beneficio a tu vida.
Te recomiendo leer: You are a badass Jen sincero resumen
Segundo acuerdo: No te tomes nada personal
Este acuerdo trata sobre la importancia de no tomarte las cosas de manera tan personal.
Ten en cuenta que lo que dicen las otras personas son solo palabras y tú eres el que controla el significado que tienen en tu vida.
Por ejemplo, si un extraño te detiene en la calle y te dice que estás gordo, ¿qué pensarías?.
Esta persona lo que intenta hacer es enviarte sus creencias, ideas y opiniones. Pero al final tú eres el que decide si tomas estas palabras como algo personal o si dejas que pasen sin que te afecten.
Cuando no te tomas las cosas de forma personal te vuelves inmune a todo el veneno que las personas intentan meter a tu vida, esa inmunidad es un don de este acuerdo.
Pero por desgracia muchas veces las personas suelen creer que son responsables de todas las cosas que suceden. El motivo por el que terminas con este tipo de pensamientos se llama importancia personal.
Importancia personal
Miguel Ruiz menciona que la importancia personal es la expresión más grande de egoísmo, ya que crees que todos y todo gira a tu alrededor.
Para librarte de estos pensamientos debes entender que nada de lo que hacen los demás se relaciona contigo. Incluso en situaciones que pueden parecer muy personales en donde alguien te insulta a la cara, tampoco tiene que ver contigo.
Lo que las otras personas dicen, hacen o piensan se basan en los acuerdos que han establecido en su mente.
Cuando sabes lo que eres y lo que vales no necesitas buscar esta información, por otra parte, o tratar de que te acepten. Si sabes esto, nada de lo que te digan podrá afectarte.
Al convertir este segundo acuerdo en un hábito en tu vida, es cuando te empiezas a sentir más libre que nunca, porque poco a poco estás rompiendo docenas de pequeños acuerdos que te hacen sufrir.
Recuerda que tú eres el dueño de tu película, tú decides como te sientes, lo que te afecta y lo que no. En este momento tienes el control y debes aprovecharlo.
Tercer acuerdo: No hagas suposiciones
Todas las personas en algún momento terminan haciendo suposiciones sobre cualquier cosa en su vida. El problema es que al hacerlo, crees que lo que supones es cierto y terminas creando un drama de la nada.
Por algo se dice que hacer una suposición es buscar un problema. Si te pones a repasar todas tus tristezas y malos ratos te darás cuenta de que siempre surgen por algún tipo de suposición.
Creer que todo el mundo piensa y actúa como tú es lo que te termina causando una gran decepción cuando te das cuenta de que las cosas no son de esta manera.
Para evitar este tipo de situaciones lo mejor que puedes hacer es preguntar y dejar a aun lado todas tus suposiciones. Ya que cuando le preguntas a las personas cuáles son sus intenciones o instrucciones, evitas confusiones o conflictos innecesarios.
Esto se aplica para cualquier aspecto, ya sea laboral, de pareja, familiar o hasta contigo mismo.
No te preocupes si necesitas hacer más preguntas para tener las cosas claras ¡Hazlo sin miedo!, ya que mientras más preguntas hagas, más cerca estarás de encontrar la verdad.
Este acuerdo se enfoca en la forma en la que te comunicas con las personas, con este cambio tus relaciones no se verán afectadas por suposiciones equivocadas.
Cuarto acuerdo: Haz siempre tu máximo esfuerzo
Miguel Ruiz dice que este acuerdo permite que los otros 3 se vuelvan un hábito en tu vida. El cuarto acuerdo se enfoca en: dar tu mejor esfuerzo sin importar las circunstancias o el resultado.
Seguro alguna vez has escuchado la frase “Haz lo mejor que puedas”.
¿Pero sabes lo que significan esas palabras?.
Antes que nada debes saber que como seres cambiantes puedes encontrar que tu máximo esfuerzo va a ser distinto algunas veces.
Habrá días en donde te sientas desanimado o hasta enfermo, por lo que es normal que tu desempeño no sea el mismo que cuando te sientes bien.
Aquí está la ventaja de este acuerdo, “cuando das lo mejor de ti en cada situación eliminas los remordimientos o los sentimientos de culpa” porque diste lo mejor de ti.
Cuando entregas tu máximo esfuerzo puedes vivir una vida con gran intensidad en todos los aspectos, desde tu trabajo o hasta con tu familia.
El dar tu máximo esfuerzo significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. En el momento que empieces amar lo que haces, dar lo mejor de ti no será una obligación sino una reacción natural.
Disfruta lo que haces
Muchas personas solo trabajan para tener una recompensa cada 15 días o al mes (su sueldo), como esta es su única motivación, terminan con una resistencia al trabajo. Se encuentran impacientes, deseando que llegue la hora de irse o que sea fin de semana.
Estas personas no dan su máximo esfuerzo, ya que solo hacen las cosas porque se sienten obligados para poder mantener su estilo de vida. En el momento que llega el fin de semana intentan alejarse de toda responsabilidad porque no están felices con el rumbo que toma su vida.
Mientras tanto las personas que se mueven por el placer de hacerlo y ven su sueldo como algo adicional, terminan logrando más de lo que alguna vez pensaron. Si disfrutas lo que haces siempre darás tu máximo esfuerzo y te encontrarás disfrutando tu vida.
Aunque este acuerdo no es fácil de mantener, es el que te hace sentir en verdad libre, porque cuando se convierte en una creencia en tu vida comienzas a aceptarte mientras aprendes de tus errores.
Pero es importante que tampoco te vayas a los extremos:
- Si tratas de dar más de tu máximo esfuerzo, solo terminarás gastando tu energía sin ninguna necesidad.
- Si das menos de tu máximo esfuerzo, vas a terminar con un sentimiento de culpa y resentimiento.
El hombre que quería librarse del sufrimiento
Miguel Ruiz cuenta la historia de un hombre que quería librarse del sufrimiento por lo que fue a encontrar la solución a un templo budista.
El hombre se acercó a un maestro para que le ayudasen a mejorar su vida.
“¿Si medito 4 horas al día en cuanto tiempo alcanzaría la iluminación?
A lo que el maestro le respondió “Si meditas 4 horas, tal vez lo consigas en 10 años”.
El hombre queriendo apurar las cosas le volvió a preguntar “¿Y si medito 8 horas?”. El maestro respiro y le dijo “Si meditas 8 horas lo alcanzarás en 20 años”.
“¿Pero por qué me tardaría más tiempo?” dijo el hombre sin creerlo.
La respuesta del maestro sorprendió al hombre:
“No estás en este lugar para sacrificar tu alegría ni tu vida, estás aquí para vivir, amar y disfrutar. Si puedes alcanzar tu máximo nivel en 2 horas de meditación pero le dedicas 8 solo conseguirás agotarte, alejarte del verdadero sentido de la meditación y no disfrutar tu vida. Haz tu máximo esfuerzo y tal vez aprendas, que sin importar el tiempo que medites, puedes vivir, amar y ser feliz”.
Da lo mejor de ti.
Debes dar lo mejor de ti en cada situación. Trabaja duro porque es lo que te hace feliz, no porque esperas algo a cambio.
Si haces tu máximo esfuerzo por evitar los malos hábitos como: usar mal tus palabras, tomarte las cosas personales y hacer suposiciones estarán menos presentes en tu vida.
Haz siempre tu máximo esfuerzo por mantener estos acuerdos y con el paso del tiempo verás que se vuelve más sencillo lograrlo.
Libérate de tus viejos acuerdos y crea nuevos
Antes de seguir con este resumen, toma unos segundos y contesta esta pregunta:
¿Sientes que vives tu vida con libertad?
La libertad no es una cuestión de estar encerrados o no, es algo que está vinculado con el espíritu humano: la libertad de ser quien eres en verdad.
El más claro ejemplo de esta libertad viene de los niños pequeños de entre 3 y 4 años. Estos niños no tienen vergüenza, ni tienen miedo de explorar, mostrar lo que sienten y no les importa el futuro ni les pesa el pasado.
¡Ellos viven en el presente!.
El problema es que a medida que crees el sistema de creencias que te han grabado empieza a dirigir tu vida, por lo que no puedes vivir tu vida con libertad.
Esta falta de liberar no es algo que tus padres te hayan impuesto, son creencias que existen desde hace varias generaciones hasta llegar a ti
Aunque esta cadena de aprendizaje no es culpa tuya ni de tus padres, es tu deber liberarte de esta domesticación para acabar con estos miedos o creencias que no te permiten revivir al niño que hay dentro de ti.
El autor Miguel Ruiz sugiere estos 3 pasos para conseguir esta libertad personal:
-
Empieza a reconocer la bruma que hay en tu mente
Debes de conocer todos los acuerdos y las creencias en las que se apoyan tus miedos y tu felicidad para poder cambiarlo. Para empezar a vivir tu vida con nuevas creencias debes entender que las cosas que aprendiste de pequeño no son la verdad absoluta. Con esta idea podrás hacer un inventario de cada una de estas creencias para empezar a transformarte.
-
Aprende a perdonar a los que te hicieron daño.
Tienes que aprender a perdonar a las personas que se han portado mal contigo, no porque se lo merezcan, sino porque te quieres tanto como para seguir con ese sentimiento.
El perdón hacia ti mismo y los demás es la única manera de sanarte. Sabrás que has perdonado a alguien cuando lo veas y no sientas ninguna reacción emocional.
-
Prepárate para la iniciación a la muerte
Aunque suene algo extraño y difícil de comprender, debes de ver la muerte como una especie de maestra.
Saber que algún día vas a partir de este mundo te enseña a vivir cada aspecto de tu vida con plenitud.
Si supieras que solo tienes un día de vida, seguro no lo gastarías pensando en lo que dice la gente de ti, sino que aprovecharías ese tiempo para vivir como lo deseas.
Tristemente, saber que tu vida es limitada te trae claridad y te hace considerar lo que quieres lograr o la forma en la que quieres vivir. Este pensamiento te recuerda lo poco importante que es la opinión de los demás como para dejar que decidan por ti.
Ten en cuenta que pensar y practicar estos puntos toma tiempo, no es algo que puedas hacer de la noche a la mañana, ya que te ayudan a ordenar las creencias que existe en tu cabeza para empezar a vivir bajo tus propios acuerdos.
Conclusión
Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz te ayudará a tomar mejores decisiones y tomar el control de tu vida.
Los toltecas ofrecen códigos de comportamiento que te liberan de ciertas creencias que tienes desde pequeño y te limitan a alcanzar tu máximo potencial. Así que transforma tu vida practicando estos 4 acuerdos.
Sobre el autor:
Miguel Ruiz es un autor, orador motivacional y escritor mexicano que aborda temas espirituales
En el año 1997 publicó el libro de “Los cuatro acuerdos” los cuales les han seguido 4 libros más, el último con el nombre “El quinto acuerdo” en el 2010.
Te recomiendo leer: Despertando al gigante interior resumen
Respuestas